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lunes, 11 de julio de 2011

El Obispo de los pobres con vida de empresario capitalista


Han pasado ya poco más de 3 años de aquel histórico 20 de abril de 2008. Histórico, porque representó el fin de lo que los historiadores llaman 2ª hegemonía colorada, histórico porque en aquella jornada dominical el pueblo paraguayo demostró que, aunque muy en el fondo, tiene cierta conciencia democrática y que si los factores se conjugan como para despertarla puede ser devastadora para cuantos gobiernen al servicio de su agrupación política y no para el pueblo.
Con el devenir de los años aquellos que no sean protagonistas de estos años podrán mirar más objetivamente el accionar de quien hoy ocupa el sillón presidencial en el Palacio de López.
Sin embargo, algunos fanatiquillos baratos se arriesgan a afirmar que el presidente Lugo es el peor que pudo haber tenido el país, otro grupo, compuestos de hurreros y chupamedias, se encarga de difundir que Lugo es el Mesías político que durante años esperó el país. Yo, sinceramente hablando, siento más afinidad con cuanto afirman los primeros.
Es cierto que Lugo está por cumplir apenas 3 años en el poder, contra 60 y tanto de los colorados, sin embargo lo que he visto hasta ahora no me deja creer cuanto afirman los hurreros de su entorno.
Entre sus numerosos logros (¿?) se encuentran: el crecimiento económico del 2010; el trabajo en obras públicas; los festejos del Bicentenario y otras tantas cosas más gritan desaforados sus partidarios. Permitan dudarlo y echar al aire una carcajada irónica.
El crecimiento económico del 2010 y las predicciones favorables no se deben más que al trabajo de los productores, pasando desde los más grandes hacendados y llegando al pequeño campesino que con sacrificio se despierta todas las mañanas esperando confiado el momento de la zafra para la venta de sus productos. Siendo sincero, políticas de incentivo a la producción no las he escuchado y los bajos gravámenes se mantienen gracias a la presión del sector productivo, no olvidemos que este gobierno desde hace un buen tiempo tiene entre ceja y ceja el aumento de los impuestos a ciertos productos, especialmente aquellos que provienen de las grandes producciones, olvidándose que en entre los “malditos” productores está también don “Juan Pérez” que con tremendo esfuerzo económico (ni que decir físico) consiguió cultivar una bendita hectárea de soja (o algún otro cultivo que algún técnico le ofreció como la solución a sus problemas).
No olvidemos tampoco la defensa que los hombres del presidente hacen a cuantos invaden tierras de productores, violando el derecho constitucional del respeto a la propiedad privada ¡Este gobierno si que apoya la producción!
Podríamos seguir discutiendo horas sobre las cuestiones que incumben a las políticas de este gobierno solamente que paciencia es lo que menos le sobra a este servidor.
“A Lugo lo persiguen por sus cuestiones personales y por sus numerosos viajes cuando sus viajes fueron en gran parte motivados por su enfermedad”, es cierto que el presidente tuvo que viajar por su enfermedad (dos o tres veces), lo simpático es entonces que Lugo tenía como parte de su tratamiento participar del cumpleaños de una hija de Correa, un viaje de placer por Asia, los varios viajes a Venezuela, de ser así ¡Yo también quiero enfermar!
Lo cierto y concreto es que el presidente de las sandalias, el “obispo y presidente de los pobres” poco y nada se acuerda de los mismos, pues mientras madres mueren a la hora del parto por falta de sistemas de control en el interior, él viaja a Cuba para tratarse de un golpe en el talón.
Lugo podría pasar a la historia del país como el presidente ausente, el hombre denominado defensor de los pobres, seguidor de Marx, Lenin, Engels y que sin embargo lleva una vida de capitalista. Las vueltas que da la vida.

Juanki Lezcano F.
juank_lzkno@hotmail.com