La salud del presidente de la República, Fernando Lugo, sufrió un duro traspié el fin de semana pasado, teniendo que ser traslado de emergencia a Sao Paulo, Brasil, para poder ser atendido e intervenido por una aneurisma que complicaba aún más el ya delicado estado de salud del presidente.
Lo verdaderamente lamentable es la posición de aquellos que conforman el círculo político más cercano al presidente (por no decir los “chupamedias” de día y noche) a quienes parece interesar más el zoquete suyo de cada día que la salud del presidente.
¿Duro no? Pero es verdad. Me valgo de las palabras del candidato a intendente de la ciudad de Fernando de la Mora (hermano del Vicepresidente de la República, médico y dirigente del Partido Liberal) quien afirmaba que “son capaces de hacerle creer que no tiene nada”. Es verdad, ahora resulta ser que después de un par sesiones de quimioterapia el cáncer linfático (uno de los que mayor índice de mortandad presenta hoy en día) desapareció. ¿Milagro de la ciencia? Perdón el escepticismo, pero tengo mis dudas.
Para ponerle el toque final no faltaron quienes (queriendo quedar bien con Lugo) afirmaron que existen buitres que especulaban sobre la salud del presidente, y otros más que comenzaron a ver los fantasmas de los planes conspiratorios, dirigidos por el vicepresidente, contra el “gobierno del cambio”.
No se puede andar jugando con la salud de un hombre, porque al fin y al cabo Lugo, que ocupa hoy en día el sillón del Palacio de López, sigue siendo un hombre, es decir un ser que desea, que quiere ser libre, feliz, solamente porque para algunos priman los intereses propios antes inclusive que la misma salud de quien llaman su “amigo”.
Pobre Lugo, rodeado de carroñeros que se hacen pasar por sus amigos y compañeros de lucha a quienes poco y nada interesa su salud sino mantener los beneficio$ que el cambio ha traído para ellos.
En este momento poco y nada importan los colores, las ideologías, los partidos políticos, lo que debe primar es la salud de un hombre (como todo nosotros) que se ve aquejada por una dolencia y de la que no podemos hacer la vista gorda porque algunos “actores del cambio” quieren poder vivir con mayor comodidad.
Juanki
juank_lzkno@hotmail.com
