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lunes, 16 de mayo de 2011

¿Por qué festejar el Bicentenario?


Asunción muestra una cara distinta, se enseñorea, como debería ser siempre, los antiguos edificios de nuestra ciudad capital lucen majestuosos, los colores de la bandera paraguaya han tomado las calles, el sábado 14 y el domingo 15 el pueblo (una buena parte del mismo) colmó las calles céntricas, se escuchaban cantos patrios con un entusiasmo que últimamente se evidenciaba sólo durante los partidos de fútbol de la albirroja.
Los festejos del 200º aniversario de la gesta independentista de nuestro país han sido verdaderamente hermosos, tal vez a algunos no les hayan parecido impresionantes, tal vez hayan sido sencillos, pero para quienes aún nos dejamos impresionar por la sencillez han sido majestuosos. Pero ¿por qué festejar? ¿Existe algún motivo para festejar un simple  “accidente” histórico, como definiría cierto periodista al hecho de haber nacido en esta tierra?
Es cierto que si hacemos un resumen de nuestros 200 años de vida independiente tuvimos 2 de las dictaduras más largas y crueles del continente, una época de desarrollo en ascenso, dos guerras bastante duras para el pueblo tanto económica como demográficamente, un período de inestabilidad política muy grande, una época de progreso y libertad, y no podemos olvidar la corrupción, el amiguismo, el prebendarismo, frutos todos de 60 años de hegemonía de una agrupación política y que hoy se encuentran aún en plena vigencia.
Es cierto tal vez que culturalmente nuestro país sea bastante pobre comparado con la vasta historia de algunos países de la región; es cierto que para encontrar libros de algunos autores como Vasilij Grossman, Graham Green, etc. debe rebuscar hasta los más recónditos rincones de las librerías del país, obteniendo resultados negativos, muy seguidamente, y teniendo que esperar alguna visita a Buenos Aires en pos de encontrar lo deseado; no es menos cierto que nuestras bibliotecas son bastante pobres o que el índice de pobreza y desempleo es desalentador.
Pero ¿todo esto convierte a nuestra vida en un trágico accidente del determinismo de la naturaleza que pasaremos maldiciendo por el resto de nuestras vidas?
Llámenme iluso irracional pero yo aún creo que se puede lograr un país mejor y estoy orgulloso de haber nacido en nuestro país, aún así no crean que afirme que es el mejor lugar del mundo, porque estamos bastante lejos de serlo.
¿Qué hay para ponerse orgulloso? ¿Existe algún motivo para el fervor “irracional” del patriotismo en estos días?
Discúlpenme quienes afirman que no es así, pero yo creo que es así. Para mí es imposible no enorgullecerme cuando pienso en los Yegros (de quienes con orgullo, sencillez y con mucho sentimiento de desmerecimiento puedo decir desciendo), Molas, Troche, Caballero, hombres jóvenes que deseaban ser partícipes de la historia del país, que deseaban no permanecer sometidos a un poder extranjero que rendía honores a un rey a quien nunca le habían visto la cara, aquella noche del 14 de mayo y madrugada del 15 salieron a las calles de la tranquila Asunción colonial en pos de un sueño de libertad y en busca de la instauración de la democracia en nuestro país, aquel sistema del que había escuchado hablar desde la lejana Francia de la Ilustración y que, aunque imperfecto, es hasta hoy el mejor sistema de gobierno para el desarrollo de las libertades individuales y colectivas.
Cuando pienso en mi abuelo que hasta hoy en día, con sus más de 60 años aún se levanta a las 5 de la mañana para ir a trabajar en el campo, ese mismo campo del que extrajo frutos para dar de comer y hacer estudiar (como el de joven soñaba pero que por la pobreza no pudo) y dar una carrera a sus 10 hijos, hoy todos ellos profesionales. Cuando pienso en mis padres que se privaron de todo para poder hacer estudiar a sus 4 hijos, uno de ellos hoy estudiando una carrera universitaria y trabajando en el diario más importante del país y los otros 3 cursando los últimos años del colegio.
Cuando pienso en todo esto ¿Cómo no ponerme orgulloso de esta patria (del latín Pater, padre, es decir el lugar, la historia, todo lo que los padres transmiten a sus hijos)?
Es cierto que a nuestro país aún le falta mucho pero no podemos quedarnos en las quejas, en el llanto por la “desgracia” de haber nacido en el Paraguay, cuando pretenden pisar al pueblo deberíamos salir a las calles con el mismo ímpetu con el que se salió en estos días, deberíamos trabajar con pasión en nuestros ámbitos en pos del desarrollo, deberíamos desear ser parte de la historia de nuestro país como tantos lo han hecho a lo largo de estos casi 500 años de historia del Paraguay.
Con sólo lamentos no conseguimos nada, así que ¡Manos a la obra! Y ¡Feliz Bicentenario Paraguay!

Juanki Lezcano F.
juank_lzkno@hotmail.com


domingo, 8 de mayo de 2011

Lugo debe dar explicaciones y debe darlas ya


Tal vez esta opinión resulte extemporánea o un poco retrasada debido a que los hechos a los que voy a referirme sucedieron ya hace algunas semanas, sin embargo el constante ataque a la soberanía del pueblo y al sistema democrático por parte del entorno del Presidente de la República me empujan a redactar este opúsculo.
Ante la incredulidad de muchos hace algunas semanas Fernando Lugo exigió la renuncia del presidente del Instituto Nacional para el Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT), Ing, Eugenio Alonso.
El hoy ex titular de la cartera estatal venía soportando ya desde hace varios meses fuertes ataques de ciertos sectores populares (varios de ellos grupos que habían apoyado la campaña de Lugo) por su fuerte negativa a las compras de las tierras del empresario brasiguayo Ulises Rodrigo Teixeira. Esta zona, totalmente infructuosa para su uso agrícola, además de estar cubierta en una amplia parte por bosques nativos, esta preparada para ser vendida con precios extraordinarios lo que se hubiese convertido un nuevo zarpazo a las arcas estatales paraguayas que ya han sido bastante manoseadas durante mucho tiempo.
Tiempo después de nuestro presidente exigió también la renuncia del titular de Aduanas, Javier Contreras, de un notable trabajo en la lucha contra la piratería y en la recaudación en su cartera.
Ante el asombro y las constantes reprimendas hacia el Presidente por parte de varios sectores de la sociedad ante dichos cambios, salió al paso de la polémica el secretario del presidente, Miguel Ángel López Perito (a quien además las “malas lenguas” atribuyen los cambios antes citados) a afirmar que el Presidente no debía dar explicaciones a la opinión pública por las movidas realizadas.
Evidentemente el secretario (que bastante ha aprovechado de los beneficio$ del poder desde el 2008) se encontraba en aquel momento desubicado geográficamente, olvidándose que para su desgracia, y la de tantos otros monos que hacen saltos acrobáticos para poder usurpar un poco al sufrido pueblo paraguayo, los regímenes totalitarios de la época se encuentran un poco más hacia el norte del continente sudamericano.
López Perito ha demostrado su total ignorancia del concepto “democracia”, así que hagamos un pequeño recuento del significa etimológico de esta palabra. “Democracia” es de origen griego, nace de la conjunción de dos palabras: “demos”, pueblo y “kratos”, gobierno, es decir que el significado del término es “gobierno del pueblo”.
Este sistema, imperfecto es cierto, pero que más responde a las necesidades del ser humano ha vuelto a reinar en nuestro país hace 22 años, después de 35 años de sangre, lucha, lágrimas y cercenamiento de las libertades, tanto individuales como colectivas. Por la lucha de la vuelta de este sistema de gobierno durante el autoritario gobierno stronistas murieron muchos hombres y mujeres, otros siguen vivos (algunos de ellos hoy disfrutan del poder y se han olvidado por completo de aquellos años de lucha), y hoy después de 22 años un grupo de sanguijuelas pretenden extinguirlo.
El polémico secretario de estado se olvidó que fue a través de este sistema de gobierno popular que debe elegir un representante para la administración de la res pública que el ocupa el cargo del que disfruta de sobremanera ¿O acaso no es el pueblo el verdadero soberano? ¿O es que López Perito se olvidó ya que fue el pueblo soberano quien, cansado de 61 años de manoseos y corrupción, votó al hoy presidente con la esperanza de que el cambio por el bien del Paraguay llegaría con la alternancia política?
Ese mismo pueblo es el que sigue esperando que se comience a trabajar, el mismo que sigue esperando que el presidente deje de pasearse por el mundo para sentarse en su escritorio y comenzar a diagramar proyectos en pos de un desarrollo sustentable para todos los sectores.
Ese mismo pueblo que anda cansado debido a que debe partirse el alma para solventar los gastos de los viajes presidenciales, los desmesurados salarios parlamentarios, los salarios de los miles de planilleros que siguen obteniendo puestos por favores políticos dejando sin trabajo a gente capacitada y desfalcando las arcas del Estado, y que por todo eso permanece callado, aún no ha conseguido levantarse para reclamar a sus gobernantes, pero que el día que decida romper el silencio más de uno temblará.
Quienes hoy en día están en lo que podríamos llamar la punta de la “pirámide del poder” pretenden enseñarnos que ellos son la parte esencial de la estructura, cuando se olvidan que sin nosotros, el pueblo, la base de la pirámide no son nada y pueden derrumbarse en cualquier momento.
Así que Fernando esperamos que comiences a dar explicaciones, pero ¡Las queremos YA!

Juanki Lezcano F.