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sábado, 27 de noviembre de 2010

Y la burocracia y la prepotencia continúan vigentes….

Mientras en el Encuentro Internacional de Periodistas en la Triple Frontera, realizado en la convergencia territorial de Paraguay, Brasil y Argentina, un grupo de aproximadamente 200 periodistas de los tres países que limitan en esta zona y varios de otros países debatían sobre la forma de desarrollo de trabajos para la facilitación de la desmitificación de algunas cuestiones poco claras y la forma de combate para males que afligen a esta zona los miembros de la aduana argentina y la gendarmería del mismo país han demostrado, una vez más, que el MERCOSUR y su bendita integración regional no existe más allá de los papeles.
Quienes en alguna ocasión hayan dejado caer en las líneas que este humilde servidor y periodista (eso esperemos) en formación escribe conocen que no es de mi agrado el criticar y lamentarse en vano sobre ciertas cuestiones, sino tratar de ser claro y conciso en algunos juicios (dentro de mi gran falta de formación, tengo que reconocerlo) sobre cuestiones concretas de la realidad nacional y (en algunos casos) internacional. Ahora me atrevo a salir de mi estilo normal de opinión, hastiado tal vez del constante maltrato por parte de la gendarmería y la aduana argentina hacia quienes tenemos intenciones de ingresar al país hermano y conocer las bellezas de aquella hermosa nación.
¿A qué se debe el enojo de este servidor? Pues bien trataré de ordenar pensamientos y palabras y explicar de manera breve y concisa lo que ocurrió.
En el marco del Primer Encuentro Internacional de Periodistas en la Triple Frontera (viernes 26, sábado 27 y domingo 28 de noviembre de 2010) el programa del día sábado incluía una visita a una comunidad Mbya Guaraní asentados en las afueras de la ciudad argentina de Puerto Iguazú (una realidad completamente diferente a la de los indígenas de nuestro país, pero de eso hablaré en otro opúsculo futuramente). Motivo por el cual debíamos cruzar la frontera paraguayo-brasilera (con un retraso de casi una hora y media, debido más que nada a la gran cantidad de gente) y posteriormente dirigirnos a la ciudad argentina ya citada por el límite seco entre Brasil y Argentina. Si bien en el viaje de ida ya se sintió un retraso importante fue debido también a la cantidad de gente.
¿Dónde está entonces el problema? En el viaje de regreso a tierras brasileñas. En la aduana del lado argentino la presión por los funcionarios de esta institución se hizo sentir y con fuerza, levantando la voz, vociferando y pidiendo la intervención de varios gendarmes que con prepotencia se acercaron queriendo obligar a callar los reclamos de la gente. Una imagen digna de una dictadura.
Parecería irónico que el grupo de periodistas que se encontraba debatiendo sobre los mitos y verdades, los males y las bondades, de esta zona tan rica en biodiversidad y cultura que la prepotencia de unos cuantos hombres vestidos de verde, apoyados por la prepotencia y amparados en el supuesto desempeño de sus funciones haya una vez demostrado que el Mercosur no pasa más allá del pedazo de papel firmado en Asunción en 1991.
Una actuación que la mayoría de los que nacimos y crecimos en la “era democrática” imaginábamos ya lejanos en los relatos de aquellos que sufrieron en carne propia las dictaduras militares que tanto mal hicieron a esta parte del continente. Pero cuan equivocados estábamos, la prepotencia sigue aún hoy y ni siquiera hace falta hablar de la burocracia.
Controles dignos de un sistema autoritarista que busca entre los turistas (en este caso profesionales y estudiantes que se encontraban trabajando y capacitándose) a algún perseguido por  algunas “deudas” con el poder de turno.
Creo que ha llegado el tiempo de contarles a aquellos encargados del control fronterizo (sobre todo en la Argentina) que el autoritarismo al cual están tan acostumbrados fue derrocado ya hace más de dos décadas en toda la región y que no son los periodistas (profesionales y estudiantes) y los turistas quienes deben ser indagados sino aquellos encargados de la movilización ilegal de grandes cantidades de productos (y drogas) en esta zona.
Ha llegado el tiempo de que los gobiernos firmantes del Tratado de Asunción por el cual fue creado el MERCOSUR se sienten a desarrollar políticas multilaterales sobre la libre circulación personas y la liberación de los trámites burocráticos a los que son sometidos quienes pretenden movilizarse entre estos países.
Aún así no puedo evitar que en mi rostro se dibuje una sonrisa pensando en los lazos de fraternidad, amistad y colaboración que se han creado entre un grupo de 200 periodistas provenientes de distintos puntos de todo el continente. Un asunto digno de resaltar y un ejemplo a seguir en otros estamentos.
Juanki Lezcano F.
juank_lzkno@hotmail.com

viernes, 5 de noviembre de 2010

Cansado de Mesías y Mesianismos políticos baratos

En la recta final de lo que será la jornada cívica del próximo domingo sería bueno pensar con detenimiento sobre la elección que vamos a hacer al depositar nuestro voto en las urnas y sacarnos de la cabeza de una buena vez la idea del “salvador político” para nuestra ciudad.

Cuarenta y ocho horas (un poco menos ya en realidad), después de intensas jornadas de intento de lavado de cerebro los candidatos se llamarán ahora a silencio, cruzando los dedos para que las intensas campañas audiovisuales hayan surtido el efecto esperado.
Sentándome a analizar las propuestas, escuchando de nuevo los debates, releyendo las propuestas de varios candidatos no pude evitar con una sonrisa irónica surgiera en mi rostro. Una vez más nos encontramos ante la misma historia de siempre: hombres (y mujeres) que se proponen a sí mismos como la salvación de las ciudades, prometiendo obras que en muchos casos (lastimosamente para mi ciudad) no se podrán concretar en plazos tan cortos de gobierno.
Lo peor es que nosotros (el electorado) caemos en las mismas trampas de siempre, eufóricos nos tiramos detrás de un candidato para después de dos años reconocer con el rabo entre las piernas que era igual que todos ¿No hemos aprendido nada en estos 200 años de “libertad”?
La historia se repite una y otra vez, pero no hemos abierto aún los ojos, han pasado ya por el gobierno (estatal y comunal) todo tipo de ideólogos pero ninguno ha solucionado ni atendido la mitad de lo que había prometido, cada 4 ó 5 años escuchamos los mismos discursos, la misma catarata de palabras que no pasa de ser “Flatus vocis” (aire que sale por la boca).
No existe aparato estatal (comunal) tan perfecto que sea capaz de reemplazar el trabajo vecinal, el “Yo” por naturaleza necesita de un “Nosotros”, es eso lo que hemos olvidado o tal vez no queremos entender.
El verdadero cambio no depende del político mejor hablado, del intendente, de los concejales, el cambio gira alrededor de un “Yo” despierto que se mueve para poder modificar su entorno, esa es la política: un hombre que es capaz de moverse para trabajar por el bien común.
El bien común es responsabilidad de todos, no podemos quedarnos en el escepticismo delante de las votaciones del domingo, es comprensible, todos nos parecen (muchas veces) la misma porquería, pero no podemos olvidar que el gobierno es fiel reflejo del pueblo que lo ha elegido.
El cambio comienza por mí mismo, esa es la verdadera base de la política y así podemos trabajar por el bien común.
Aún así, es casi seguro que una buena parte del electorado acuda el domingo a depositar su voto confiando en falsos mesías políticos.
Mientras tanto yo aún creo que el cambio verdadero es posible pero si trabajamos todos.
Juanki
juank_lzkno@hotmail.com